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Abejero europeo |
Su nombre en otros idiomas son:
En gallego: Miñato abelleiro
En catalán: Aligot vesper
En vasco: Zapelatz liztorjalea
En inglés: European Honey buzzard
Es habitual en España, aunque no es residente que solo está de paso y en el periodo estival.
Es una ave acciptriforme de la familia Accipitridae.
Mide entre 52-59 cm de longitud y 113-135 cm de longitud.
La coloración de esta especie presenta considerables diferencias individuales, de tal manera que han llegado a distinguirse hasta 10 fases de plumaje diferentes. Como norma, las partes inferiores son claras y están provistas de un profuso barreado transversal marronáceo, en tanto que las dorsales, parduzcas, resultan bastante más oscuras que las ventrales; la cola, por su parte, muestra un característico franjeado. En la cabeza, que presenta una tonalidad grisácea, destaca el iris intensamente amarillo. Dentro de este patrón general, existen notables variaciones, y se pueden hallar desde individuos muy claros hasta otros extremadamente oscuros, casi melánicos; en todo caso, los ejemplares de coloración intermedia son los más frecuentes. Aparte de algunas diferencias en el diseño y coloración del plumaje, el rasgo más distintivo entre machos y hembras es el mayor tamaño de estas. Los jóvenes, por su parte, tienden a ser oscuros, con el iris marrón. En vuelo es llamativo el barreado ventral, así como las franjas de la cola, si bien lo más significativo y que permite diferenciar fácilmente al abejero de otras rapaces similares, como el busardo ratonero, en su silueta, con la cabeza apuntada, la cola larga, de ángulos redondeados, y las alas rectas y estrechas.
Se extiende ampliamente por buena parte de Europa, a excepción de las regiones más septentrionales, y Asia occidental. Durante el invierno ocupa el África subsahariana. No presenta subespecies.
Se trata de una especie estival en España, cuyas principales áreas de cría se encuentran en el tercio norte peninsular, con núcleos importantes en los Sistemas Ibérico y Central y otros menores en las provincias de Zamora y Salamanca, la sierra del Moncayo, la serranía de Cuenca y las sierras de Las Villuercas. Además, en España constituye una importantísima vía de paso para los ejemplares que migran desde Europa rumbo a África.
El abandono de las áreas de cría tiene lugar a finales de agosto o principios de septiembre; a principios de estas tres fechas, atraviesa España, que se constituye en la principal vía de paso, el grueso del contingente europeo con destino al estrecho de Gibraltar. La migración de esta especie, que sigue las mismas rutas año tras año, se caracteriza por una perfecta sincronía entre todos los migrantes, lo que les permite coincidir en las mismas fechas, el mes de septiembre, en las inmediaciones del estrecho, donde aguardan, en grandes concentraciones, a que las condiciones meteorológicas sean las apropiadas para cruzar el mar. El paso inverso, correspondiente a la migración prenupcial, registra su máximo en mayo. La comarca del Campo de Gibraltar se convierte en esos momentos en lugar privilegiado para la observación de esta interesante rapaz, de la que se han llegado a contabilizar algunas temporadas más de 100.000 individuos en migración.
La población europea de esta rapaz, bastante estable en los últimos años, se estima en 110.000-160.000 parejas, de las cuales aproximadamente 1.100 en la región cantábrica, 500 en Castilla y León y a penas 150 en los Pirineos y el noreste (de Navarra a Cataluña). En todo caso, estos datos están basados en aproximaciones, ya que no se conoce en profundidad la situación ni la tendencia poblacional de la especie en algunas regiones.
Los meses que suele visitar España es desde Abril hasta Septiembre.
El abejero europeo es un ave forestal con marcadas preferencias por los bosques caducifolios (hayedos, robledales, castañares, abedulares) con zonas aclaradas cubiertas de pastizales, matorrales o cultivos. También puede ocupar formaciones de coníferas y, en menor medida, alcornocales, quejigares, encinares o sotos fluviales. El rango de cotas en el que se asienta comprende desde el nivel del mar hasta los 1.700 metros de altitud.
La dieta de esta rapaz está basada en el consumo de avispas y abejorros, tanto los adultos como sus larvas (crisalidas, pupas), con una clara preferencia por estas últimas. Además, puede consumir otros invertebrados (arañas, lombrices y diversos insectos), pequeños vertebrados (anfibios, reptiles, mamíferos o pollos de aves) e, incluso, frutos. Para manipular eficazmente paneles y avisperos, el abejero cuenta con unas adaptaciones morfológicas muy particulares, que consisten en la posesión de un pico corto y fino para extraer fácilmente las pupas de los paneles, unos dedos protegidos por escamas para evitar la acción de los aguijones, los párpados inferiores cartilaginosos más duros que en otras rapaces y las narinas muy estrechas para evitar la entrada de alguno de estos insectos; asimismo, las plumas de la cara aparecen endurecidas y dispuestas como escamas.
Los abejeros retornan de África a sus lugares habituales de cría en el momento de mayor abundancia de sus principales presas y sincronizan perfectamente su periodo reproductor con la presencia de estas, por lo que tiene una duración menor que el de otras rapaces de similar tamaño.
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